Violencia de género y consentimiento:
💬 Tipos de violencia de género: ¿de qué hablamos?
Cuando hablamos de violencia de género, no nos referimos solo a golpes. Existen distintas formas de ejercer violencia, y muchas de ellas son normalizadas o invisibles:
1. Violencia física: Es la más visible. Incluye golpes, empujones, quemaduras, encierros, lesiones, o cualquier acción que atente contra la integridad corporal de otra persona. Ejemplo: una pareja que empuja o tira del brazo durante una discusión.
2. Violencia verbal: Comentarios hirientes, gritos, insultos, humillaciones o burlas constantes. Atacan la autoestima y pueden generar miedo. Ejemplo: frases como “no servís para nada”, “sos un fracaso”, “mirá cómo te vestís”.
3. Violencia psicológica: Es más difícil de detectar. Incluye manipulación emocional, control excesivo, celos constantes, aislamiento de familiares o amigos, chantajes y amenazas. Ejemplo: controlar con quién hablás, revisar tu teléfono o hacerte sentir culpable por tener autonomía.
4. Violencia económica: Cuando se impide a la persona manejar su dinero, trabajar o acceder a sus propios recursos. También incluye endeudarla a la fuerza o controlarle los gastos mínimos. Ejemplo: “no trabajes, yo te mantengo” como excusa para dominar.
5. Violencia simbólica: Está en los discursos, la cultura y los medios. Son estereotipos, roles de género rígidos, y mensajes que refuerzan la desigualdad o romantizan el control. Ejemplo: publicidades que muestran a la mujer como un objeto sexual pasivo o al hombre como dominante por naturaleza.
👩 Violencia contra las mujeres: una realidad persistente
Las estadísticas son contundentes. En Argentina, la mayoría de las víctimas de violencia de género siguen siendo mujeres. Cada año se registran cientos de casos de violencia doméstica, sexual y simbólica. Las mujeres aún deben luchar contra estigmas, culpa, revictimización y una justicia que muchas veces llega tarde.
La violencia puede comenzar de forma muy sutil: una crítica sobre la ropa, un control sobre el celular, un comentario que lastima. Con el tiempo, esas actitudes escalan, y muchas veces la mujer no se da cuenta de que está en una situación de abuso hasta que el miedo ya forma parte de su vida cotidiana.
Además, muchas veces hay dependencia económica o emocional que dificulta salir. Por eso, es fundamental una red de apoyo, herramientas institucionales y una sociedad que escuche sin juzgar.
No hay erotismo posible sin consentimiento, ni placer real donde hay miedo o sometimiento no deseado.
👨 Violencia hacia los varones: el tabú del silencio
La violencia de género ejercida hacia varones es menos visible, menos denunciada y muchas veces ridiculizada. El mandato de la masculinidad tradicional impone que el hombre debe “aguantar”, “no quejarse”, “resolver solo”. Esto genera vergüenza, silencio y miedo al juicio social.
Los varones que sufren violencia —sea verbal, psicológica o física— muchas veces no se sienten habilitados a hablar por temor a ser desacreditados o burlados. Frases como “a vos te pegan y no hacés nada” o “dejate de joder, seguro te gusta” refuerzan una cultura que invalida sus experiencias.
Es necesario entender que la violencia no tiene género cuando hablamos del daño. Hombres y mujeres pueden ser víctimas o victimarios. Validar el sufrimiento masculino no le quita peso a la lucha feminista: la complementa y la hace más humana. La clave está en no naturalizar el abuso en ninguna dirección.
⛓️ ¿Y el BDSM? Consentimiento, acuerdos y respeto
Una de las confusiones más frecuentes en la conversación sobre sexualidad y poder es la diferencia entre violencia y prácticas como el BDSM (siglas de Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo).
¿Qué es el BDSM? Es un conjunto de prácticas eróticas basadas en dinámicas de poder consensuadas entre adultxs. A diferencia de la violencia, el BDSM parte del acuerdo, el respeto mutuo y la exploración placentera de roles y límites.
¿Por qué no es violencia? Porque se basa en:
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Consentimiento informado: antes de cualquier interacción, las personas conversan qué quieren, qué no, y bajo qué condiciones.
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Palabras de seguridad: si una parte no está cómoda, puede frenar la práctica sin consecuencias.
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Acuerdos previos: se establecen límites claros, tipos de juegos, intensidad, duración, etc.
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Roles consensuados: nadie impone nada a nadie. El poder que se entrega, se entrega voluntariamente y puede retirarse en cualquier momento.
¿Qué acuerdos existen en el BDSM?
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Acuerdo SSC: Seguro, Sano y Consensuado.
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Acuerdo RACK: Riesgo Asumido Consensuado (para quienes eligen prácticas más intensas, siempre bajo acuerdo).
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Check-ins posteriores: conversaciones de cuidado post experiencia (aftercare), para contener, abrazar y asegurarse de que ambas partes están bien.
Confundir BDSM con violencia es como confundir una coreografía con una pelea. Ambas pueden parecer similares desde fuera, pero su esencia es completamente distinta: una nace del deseo compartido, la otra del abuso.
📞 ¿Necesitás ayuda o querés acompañar a alguien?
Si vos o alguien cercano está atravesando una situación de violencia —física, verbal o emocional— podés comunicarte con estas líneas gratuitas y confidenciales en Argentina:
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Línea 144: atención a víctimas de violencia de género. Disponible 24/7.
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Línea 137: atención especializada en violencia familiar y sexual.
También podés acercarte a áreas de género municipales o provinciales que brindan asistencia y orientación.
✨ Hablemos en serio. Hablemos con empatía.
Desde EuforiaX creemos en una sexualidad libre, consensuada y respetuosa. Pero también creemos en el poder de abrir espacios donde podamos hablar de lo que duele, incomoda o se calla.
Porque el consentimiento no es una moda. Es un derecho.
Porque el silencio no puede seguir siendo la única salida.
Y porque nadie merece vivir con miedo.
— El team de EuforiaX 💜